Simple y complejo
Una helada persiste durante noches y una planta se achicharra por el frió.
Mientras algunas resisten, otras echan a la ruleta su suerte.
Yo las miro por la ventana, mientras algunos copos de nieve se asoman en la noche iluminada.
No es la luna quien ilumina la noche, son las nubes.
En poco tiempo aprendí a diferenciarlas, y cuando iluminan, se que están cargadas de nieve.
La lluvia es agresiva y feroz, en cambio la nieve desciende despacio y a su vez trasmite una sensación de tranquilidad que aprendí a disfrutar.
También, pero en un poco de mas tiempo, aprendí que los momentos pueden contar historias, pero que un momento no puede ser eterno.
Que los sentimientos están por dentro nuestro y no pueden crearse ni destruirse. Pero si los podemos compartir y también pueden trasformarse, algo así como evolucionar.
Que los momentos felices se pueden unir para contar una historia feliz y usarla de comodin en algún momento triste. Y que la única forma de evolucionar junto a los sentimientos es compartiéndolos en momentos donde no nos encontramos solos.
Suena simple, pero no lo es.
Así como tampoco, el cuidar de una planta. He probado con cambiarla de lugar, con regarla mas, cambiarle la maceta o cambiarle la tierra. No le gusta ni el frió, ni el calor. Tampoco mucha agua y cada tanto me pide mas espacio.
A veces pienso que se parece a mi. Nunca me gustaron los extremos, pero mi vida esta llena de momentos extremos. Me ahogo en una vaso de agua. Y a veces pido mas espacio porque siento que peligra mi libertad.
Es tan complejo como una ecuación sin solución, aunque le busques la vuelta siempre volveré a mis historias felices donde me cobijare con tu sonrisa.
Comentarios